Judith Contel comparte su entrada al sector logístico, que no fue una decisión propia, sino un destino que la llevó a trabajar en la revista Got Carga después de cursar periodismo. Aunque reconoce la historicidad masculina del sector, destaca el apoyo y respeto recibido, con experiencias positivas en cuanto al empoderamiento femenino.
En su carrera, Judith no recuerda dificultades específicas por ser mujer y menciona referentes femeninos como Adelaida Rucabado y Laura Tremosa en sus primeros años en el sector. Aconseja a las mujeres ser firmes en sus convicciones y comunicar situaciones injustas.
Desde su perspectiva, la diversidad de género en la industria logística aporta diferentes valores, opiniones y propuestas, fomentando la colaboración y la eficiencia. Destaca la preferencia de las mujeres por la colaboración y la posibilidad de tener ideas innovadoras.
Judith menciona iniciativas como la Barcelona Woman Acceleration Week (BWAW) y WISTA, que buscan visibilizar y empoderar a las mujeres en diversos ámbitos. Para fomentar la participación desde etapas tempranas, sugiere eliminar sesgos de género en la educación y destacar la extraordinaria capacidad de las mujeres para roles de gestión.
En cuanto a los horarios exigentes del sector, reconoce que aún no ha logrado un equilibrio perfecto entre su vida laboral y personal. Visualiza un futuro con más mujeres en roles directivos en logística y aboga por que la sociedad reconozca las variadas y diversas oportunidades profesionales que ofrece el sector. Su deseo es que las mujeres no solo encuentren oportunidades laborales, sino que también rompan el techo de cristal en sus carreras profesionales.
Cuéntame sobre tu experiencia en el sector logístico. ¿Por qué decidiste empezar en este campo?
No fue una decisión propia, sino el destino lo que me llevó a entrar en contacto con el sector de la logística. Con poco más de 20 años, trabajaba en una entidad integrada en la Cámara de Comercio de Barcelona, el Consejo de Usuarios del Transporte – Marítimo– de Catalunya y, por aquél entonces, también estaba cursando la carreta de Periodismo. Cuando terminé los estudios universitarios, me propusieron trabajar en una de las pocas publicaciones dedicadas al transporte y a la logística que había a principios de los años noventa, la revista Got Carga. Y aquí fue donde ya entré más en contacto con el sector.
¿Te has encontrado con dificultades para crecer en tu carrera por el hecho de ser mujer? ¿Alguna vez has sentido desconsideración por tu género?
No soy consciente –o no recuerdo– haberme encontrado con dificultades para crecer en mi carrera profesional por el hecho de ser mujer.
Sí que es verdad que el sector de la logística ha sido históricamente muy masculino –y lo continúa siendo, aunque, afortunadamente, mucho menos– y, por ello, en alguna ocasión, sí que me encontré con algún “personaje” que podría catalogarse como un poco machista.
Por lo que respecta a la desconsideración, puedo decir que la gran mayoría de hombres del sector de la logística que he ido conociendo a lo largo de mi carrera profesional no han sido nunca desconsiderados. Todo lo contrario, han sido respetuosos e, incluso, en muchas ocasiones han apoyado el empoderamiento femenino y lo han demostrado incrementando el número de mujeres en las plantillas de sus respectivas empresas.
¿Hubo mujeres que te inspiraron o que consideras modelos a seguir en tu actividad profesional?
Si nos ceñimos exclusivamente al sector, cuando empecé a trabajar había muy pocas mujeres directivas o con cargos de responsabilidad en las empresas o entidades del sector, motivo por el cual, y por desgracia, no había demasiadas referencias. Sí que recuerdo con cariño, porque fueron un referente en sus respectivos ámbitos de actividad, a la que fue mi jefa en mi primer trabajo, Adelaida Rucabado, y a la directora de otra publicación logística –Manutención y Almacenaje–, Laura Tremosa.
¿Qué consejos le darías a las mujeres que quieren desarrollar su carrera en este ámbito?
No es fácil dar consejos porque cada mujer puede tener una percepción determinada de la realidad y partir de preceptos, criterios o ideas que no pueden coincidir con las mías.
Lo único que se me ocurre es sugerirles que sean firmes en sus convicciones y que, si se encuentran con situaciones que puedan considerar injustas o abusivas, lo hagan saber.
Lo bueno de la logística es que es un sector muy amplio, con muchas empresas y múltiples especialidades y, por tanto, existen muchas salidas profesionales. Además, la logística brinda a las mujeres el poder desarrollar carreras profesionales que, tradicionalmente, se han considerado masculinas como, por ejemplo, conducir un camión.
Desde tu perspectiva, ¿cómo beneficia la diversidad de género a la industria logística?, por ejemplo, en términos de colaboración, innovación o eficiencia.
Pienso que las mujeres tenemos unas capacidades algo distintas a las de los hombres, sin considerarlas ni mejores ni peores. Por esta razón, si en una organización logística hay diversidad de género en todas las actividades y, por supuesto, también en los ámbitos de dirección, esa empresa contará con más valores, opiniones y propuestas para ir resolviendo su actividad diaria.
Además, en términos generales, las mujeres prefieren optar por colaborar antes que rivalizar y pueden tener ideas innovadoras o resolutivas que quizás ayuden a que ciertos procesos sean más eficientes.
¿Conoces iniciativas o programas en tu empresa o en el sector que busquen empoderar y apoyar a las mujeres profesionales?
A lo largo de los últimos años, en el sector han ido surgiendo iniciativas, algunas más mediáticas que otras, cuyo objetivo ha sido el de dar visibilidad a la mujer. Sin duda alguna, una de las más conocidas es la BWAW, la Barcelona Woman Acceleration Week que organiza el Consorci de la Zona Franca de Barcelona y que sirve para reflejar el empoderamiento real de la mujer no solo en el sector de la logística, sino en otros muchos ámbitos empresariales e institucionales.
Otra iniciativa con más historia y también muy relevante tanto a escala internacional como nacional es WISTA, la Women’s International Shipping & Trading Association, que es una organización de mujeres que ocupan puestos directivos y de toma de decisiones en el ámbito del transporte marítimo, pero también en otras profesiones relacionadas.
¿Cómo se puede fomentar la participación de más mujeres en roles de gestión o de liderazgo desde etapas tempranas, como la educación y la formación?
Sin duda alguna, las mujeres deben tomar conciencia de sus capacidades de liderazgo o de dirección desde la fase escolar. Por esta razón, tanto en la educación obligatoria como en cualquier otro itinerario formativo no tendrían que haber sesgos de género y debería fomentarse que las mujeres están capacitadas para llegar a puestos de gestión, si así lo quieren.
La logística a menudo implica horarios exigentes. ¿Cómo has logrado mantener un equilibrio entre tu vida laboral y personal?
Pues todavía no lo he logrado… Combinar una carrera profesional con la vida familiar y, además, encontrar tiempo para hacer actividades más personales, es peor que intentar resolver el cubo rubik.
¿Cómo visualizas el papel de las mujeres en el sector logístico en el futuro? ¿Qué cambios te gustaría ver?
Quiero pensar que, progresivamente, habrá más mujeres en el sector de la logística. Pero esta incorporación del talento femenino también tiene que ser en puestos de dirección, no únicamente en puestos administrativos o en tareas poco valoradas.
La logística tiene que reivindicarse a nivel social para que la sociedad entienda y pueda ver que no solo ofrece oportunidades laborales, sino que brinda carreras profesionales muy variadas y diversas en las que las mujeres pueden empoderarse y, más importante todavía, luchar para romper el techo de cristal.
Judith Contel es autora de Catalunya Logística: